Epilepsias

La epilepsia es un grupo de enfermedades que afectan al sistema nervioso central cuya manifestación clínica habitual son las crisis convulsivas. Éstas son producto de una descarga eléctrica anormal de las neuronas en la corteza cerebral. Aproximadamente un 70% de ellas se controlan bien con los fármacos antiepilépticos.

Esta patología afecta a individuos de todas las edades, aunque es mayor la incidencia en los primeros años de la vida y en la tercera edad. Se calcula que afecta alrededor de 1 de cada 100 personas, con unas 500.000 personas afectadas en España según estudios recientes.

Su prevalencia se estima en torno a 8 pacientes por cada 1000 habitantes. Esto supone que cerca de 400.000 personas padecen epilepsia y, aunque esta enfermedad puede afectar a cualquier persona en cualquier momento de su vida, en la mayoría de los casos se manifiesta en la infancia y a partir de los 65 años. En el mundo, un total de 50 millones de habitantes conviven diariamente con la epilepsia y, aunque existen circunstancias como cambios hormonales o la falta de sueño que la podrían acentuar, esta patología afecta por igual a todas las razas y en todos los países.

Algunas personas pueden tener más de una crisis convulsiva a causa de fiebre elevada, diabetes, otras enfermedades, estrés, alcohol o consumo de drogas. Estas personas no tienen epilepsia porque sus crisis no se deben a enfermedades del cerebro.

Preguntas Frecuentes

Las crisis epilépticas tienen complejas clasificaciones; siendo las más sencillas y fáciles de manejar la descrita a continuación;

Crisis focales: Las convulsiones que aparentemente se producen a causa de la actividad anormal en una sola parte del cerebro se denominan Crisis localizadas. Estas se agrupan en dos categorías: Crisis focales simples (sin pérdida de la conciencia). Crisis focales con alteración de la consciencia. Antes llamadas crisis parciales complejas, estas convulsiones involucran un cambio o la pérdida de la consciencia. Este tipo de convulsión puede parecer como si estuvieras soñando. Durante una convulsión localizada con alteración de la consciencia, es posible que mires fijamente al espacio y no respondas con normalidad a tu entorno o realices movimientos repetitivos, como frotarte las manos, mascar, tragar o caminar en círculos.

Crisis generalizadas: Las crisis que aparentemente se producen en todas las áreas del cerebro. Hay seis tipos de crisis generalizadas.

1.- Crisis de ausencia. Las crisis de ausencia, previamente conocidas como "crisis de tipo pequeño mal" (epilepsia menor), suelen ocurrir en niños. Se caracterizan por episodios de mirada fija en el espacio con o sin movimientos corporales sutiles como parpadeo de los ojos o chasquido de labios, y solo duran entre 5 y 10 segundos. Pueden ocurrir en grupo, con una frecuencia de hasta 100 veces al día, y causar una pérdida breve de la consciencia.
2.- Crisis tónicas generalizadas. Las crisis tónicas generalizadas causan rigidez muscular y pueden afectar el conocimiento. Generalmente, afectan los músculos de la espalda, brazos y piernas, y pueden provocar caídas.
3.- Crisis generalizadas atónicas. Las crisis generalizadas atónicas, también conocidas como convulsiones de caída, causan la pérdida del control muscular. Debido a que afecta más que nada a las piernas, puede provocar caídas o colapsos repentinos.
4.- Crisis generalizadas clónicas. Las crisis generalizadas clónicas se asocian con movimientos musculares repetitivos o rítmicos y espasmódicos. Generalmente afectan el cuello, la cara y los brazos.
5.- Crisis mioclónicas. Las crisis mioclónicas generalmente aparecen como movimientos espasmódicos breves repentinos o sacudidas y suelen afectar la parte superior del cuerpo, brazos y piernas.
6.- Crisis tónico-clónicas generalizadas. Las crisis tónico-clónicas generalizadas, previamente conocidas como "crisis de tipo gran mal" (epilepsia mayor), son el tipo más intenso de crisis epiléptica. Pueden causar pérdida abrupta del conocimiento y rigidez, espasmos y sacudidas del cuerpo. En ocasiones, pueden causar pérdida del control de la vejiga o mordedura de la lengua.

Generalmente, una crisis epiléptica se desencadena por un exceso de actividad eléctrica de un grupo de neuronas (células cerebrales) hiperexcitables y puede afectar a funciones como el movimiento o el comportamiento, o al nivel de conciencia (la noción de lo que sucede alrededor de uno).

Usualmente durante una crisis epiléptica suele haber traumáticos de la mucosa oral frecuentemente de poca gravedad a pesar de lo cual, la existencia de una prótesis dental que migre durante la convulsión a la vía respiratoria pudiera representar un riesgo potencialmente mortal. En otros casos puede haber traumatismos diversos por la caída desde su altura contra objetos contundentes sobre sus extremidades (durante las fases clónicas de la crisis). En casos en las que las crisis son recurrentes pudieran éstas asociarse a trastornos neurocognitivos de leve a moderados (dependiendo de la causa del cuadro epiléptico). Existe un cuadro clínico descrito como Status Epiléptico, el cual puede ser potencialmente mortal; este se caracteriza (textualmente hablando) por la presencia de crisis continuas durante 30 o más minutos o crisis recurrentes sin recuperación de la conciencia durante más de 30 minutos.

En todos los casos es necesario monitorizar (en lo posible, el tiempo de duración de las crisis comiciales), evitar los traumatismos contundentes durante las crisis comiciales, procurar la extracción de prótesis dentales o cualquier otro objeto que pudiera ser causa de asfixia por la migración del mismo a las vías respiratorias. Mantener al paciente en decúbito lateral a fin de evitar o disminuir la posibilidad de broncoaspiración (lo cual puede ser causa de infección respiratoria baja de etiología polimicrobiana usualmente graves).

Si las crisis persisten en el tiempo, trasladar al apaciente a un centro de atención medica preferiblemente con atención aun medico Neurólogo a fin de tratar en caso de manera oportuna.

Las crisis epilépticas parciales (focales) ocurren cuando esta actividad eléctrica permanece en una zona limitada del cerebro. Las crisis epilépticas algunas veces pueden transformarse en convulsiones generalizadas, las cuales afectan todo el cerebro. Esto se denomina generalización secundaria.